II.- REGLAS PARA MONTAR UN NEGOCIO EN INTERNET.
Ya no hay vuelta atrás: La Red está transformando la manera de hacer negocios. No todos los sectores se ven afectados con la misma intensidad por estos cambios, pero tarde o temprano los empresarios: grandes, medianos y pequeños tendrán que plantearse muy en serio, si no lo han hecho ya, la entrada de sus compañías en Internet.
Cada día podemos leer en los periódicos más titulares en los que aparecen las palabras "Internet", "comercio electrónico", "negocios virtuales", "ventas en la Red", "economía digital"... Es el reflejo de una de las transformaciones más importantes vividas por el mundo empresarial desde hace décadas. Esta "economía digital", que gira alrededor de Internet, está cambiando el paisaje de los negocios. Y lo cambiará aún más.
Los cambios no afectan con la misma velocidad ni con la misma intensidad a todos los sectores. Incluso hay grandes diferencias entre países o mercados. Pero tarde o temprano Internet obligará a replantear (lo está haciendo ya) muchas ideas que parecían verdades absolutas. Los cimientos de la economía tiemblan, y la sensación de inseguridad que esto crea afecta a todos los empresarios.
Al mismo tiempo, sin embargo, se abren muchísimas posibilidades. Internet supone un riesgo y una amenaza para los negocios tradicionales, pero también ofrece una gran oportunidad tanto a nuevos negocios como a compañías ya existentes.
No existe todavía mucha literatura sobre los pasos que hay que dar para entrar con éxito en el mundo de los negocios digitales. En gran parte porque se trata de un sector nuevo, en evolución constante, cuyas reglas todavía no han sido definidas con claridad. Sin embargo, la experiencia de estos primeros años de la era de la economía digital permite extraer algunas conclusiones prácticas que hemos intentado resumir en diez reglas básicas.
Estas diez ideas reglas se refieren únicamente a los pasos que hay que dar para entrar con ciertas garantías de éxito en Internet. Como mínimo, deberían servir para que los empresarios y emprendedores que estén pensando en dar el paso no cometan algunos de los errores más frecuentes, que suelen traducirse en pérdidas de tiempo y de dinero.
Las ideas de negocio corresponden a los empresarios, tanto a los que llevan años trabajando en un sector como a los que deciden emprender una nueva actividad. Las diez reglas que aquí damos han de servir de ayuda para que esa idea pueda transformarse en realidad de la manera más rápida, fácil y efectiva posible.
En Chile ya hay muchas compañías que tienen página web, lo que no quiere decir que tengan bien definida su estrategia en Internet. Las preguntas que asaltan al empresario a la hora de plantearse su presencia en la red son casi existenciales: ¿Por qué tengo que estar en Internet?, ¿qué beneficios me dará?, ¿cuánto me costará?, ¿necesito contratar a nuevos trabajadores?, ¿cuándo recuperaré la inversión?, ¿qué conocimientos necesito para empezar en Internet?, ¿quién me puede aconsejar?, ¿se gana realmente dinero en Internet?, ¿cómo?
Antes de empezar con las diez reglas básicas conviene dejar claras un par de ideas, aprendidas por los que ya llevan tiempo en este mundo, y que rompen con algunos mitos creados alrededor de Internet. La primera idea, fundamental, es que en Internet, como sucede en cualquier negocio, no existen los milagros. La gente que logra el éxito en la red de redes es porque ha dedicado a ello mucho tiempo, esfuerzo, ingenio... y dinero. Como mínimo algo de dinero, ya que Internet no es gratis, y montar un negocio en Internet requiere de una inversión que, en la mayoría de los casos, se ajustará proporcionalmente a lo ambicioso que sea el proyecto.
Segunda idea y mito: es cierto que Internet abre las puertas del mundo entero a cualquier tienda o negocio, pero también es cierto que son decenas de miles los negocios que luchan por ese mismo mercado. Abrir un negocio virtual puede quedarse en nada sino conseguimos que ese negocio se conozca, si no generamos visitas a nuestra web, si no convencemos a la gente para que compre nuestros productos o servicios y no los de la competencia. O sea, lo mismo que sucede en la vida real.
Y una vez realizadas estas dos puntualizaciones, podemos empezar a dar los pasos necesarios para montar nuestro negocio en Internet.
2.1. Definir los objetivos generales y el tipo de página web
Al igual que cuando se empieza un negocio se parte de una idea general y de unos objetivos, a la hora de plantearse la presencia en Internet hemos de definir, en primer lugar, qué es lo que pretendemos, porque de esa decisión dependerá el resto de movimientos a dar y, sobre todo, el tipo de sede web que construiremos.
Conviene dedicar el tiempo suficiente a esta cuestión. En función del tipo de empresa que tengamos o del negocio que queramos montar, habrá que ver si simplemente necesitamos un web informativo, que ofrezca los datos básicos sobre nuestra actividad o si buscamos algo más ambicioso. Por ejemplo, ofrecer atención y apoyo a nuestros clientes a través del web, o permitir la venta de nuestros servicios o productos por Internet.
Hay que descubrir qué está haciendo nuestra competencia; no sólo la tradicional, sino también que la que pueda proceder directamente de Internet. Para ello visitaremos sus páginas web y observaremos el tipo de servicios que dan. El tiempo que pasemos navegando por Internet no será nunca tiempo perdido, ya que cuanto mayor sea nuestro conocimiento de la red, mejores decisiones podremos tomar.
Finalmente, nos plantearemos si queremos ofrecer simplemente información textual o si pretendemos incluir elementos multimedia: imágenes, animaciones, audio, vídeo... En este sentido, no hay que olvidar que la rapidez de consulta de una página web es una de las claves de su éxito, por lo que no es una buena idea cargar
innecesariamente nuestras páginas de elementos prescindibles.
2.2. Destinar un presupuesto al proyecto.
Aunque nos encontremos en la fase inicial del proyecto, hay que tener ya una cierta cantidad de dinero que podemos y estamos dispuestos a gastar. Después, si conviene, se ajustará esa cifra, pero es un dato necesario seguir dando pasos.
La decisión de invertir en Internet es a menudo estratégica. En cualquier caso, no hay que hacerlo todo de golpe. Es mejor empezar con un proyecto modesto e ir aprendiendo sobre la marcha. Una vez que descubramos qué es lo que funciona en nuestro web, podremos ir definiendo con más claridad nuestras metas y los medios que destinamos.
2.3. Buscar el mejor nombre
En Internet tener un nombre significa disponer de un dominio convenientemente registrado. Ese dominio será en cierto modo nuestra imagen de marca de Internet. Por tanto, conviene registrar el dominio que corresponda exactamente o más se acerque a nuestro nombre real o a la idea de nuevo negocio que tengamos.
Existen dos grandes tipos de dominios: los asociados a un país (.cl para Chile, .fr para Francia, .it para Italia...) y los globales para todo el mundo (.com para actividades comerciales, .net para empresas relacionadas de un modo u otro con Internet, .org para organizaciones, o .edu para universidades).
Los dominios .cl deben registrarse a través de NIC, un servicio público prestado por la Universidad de Chile, que se encuentra en la dirección www.nic.cl. En este web se explica todo lo necesario para registrar un dominio español. Actualmente la tarifa es de 25.000 pesos.
El número de dominios .cl no ha parado de crecer estos últimos años, sobre todo partir de 1995, que es cuando el uso de Internet empezó a adquirir protagonismo. En marzo de este año la cifra de dominios .cl se acercaba a los 9.000.
El registro de un dominio .com, .net o .org cuesta actualmente 70 dólares al año y se realiza en un par de días. Este es el precio que aplica Network Solutions. La llegada de la competencia podría provocar una pequeña reducción de esta tarifa. A través de las sedes web de las compañías registradoras podemos comprobar si el nombre de dominio que queremos para nuestro negocio está todavía libre. Muchos nombres ya han sido registrados, e incluso nos podemos encontrar con la desagradable sorpresa de que alguien ha registrado incluso nuestra propia marca.
2.4. Buscar el proveedor más adecuado
Para estar en Internet hay que disponer de un proveedor de servicios, conocidos con las siglas ISP (Internet Service Provider). Esta empresa es la que nos dará conexión a Internet. El servidor es el ordenador que contiene toda la información de nuestro web. Una de las principales decisiones a adoptar es si queremos contar con un servidor propio o ajeno, y si lo queremos alojar en nuestra propia empresa o alquilarlo a un ISP.
Si decidimos alojar el servidor en nuestra empresa deberemos contar con personal técnico capacitado para mantenerlo. La opción de alojarlo en un ISP, tanto si el servidor es nuestro como si lo alquilamos, puede ser interesante si nos ofrece un buen servicio técnico y la suficiente atención.
También es muy importante la contratación de la linea telefónica o de cable que permita tanto la visita a nuestro web de los internautas como nuestra propia conexión a Internet. Si prevemos miles de conexiones es preciso contar con un gran ancho de banda. Los buenos proveedores permiten ir adaptando el ancho de banda en función de las necesidades reales.
2.5. Definir las características básicas del web y la estrategia de lanzamiento
Ya sabemos los objetivos, contamos con un presupuesto y tenemos un nombre. Es hora de ir definiendo con más exactitud las características de nuestra presencia en Internet, que nos permitirán realizar o encargar el proyecto.
¿Qué tamaño queremos que tenga nuestro web?
Es importante, en cualquier caso que pueda ir creciendo sin dificultad si su éxito así lo requiere.
¿Se realizarán pagos a través de la página?
Si es así, hay que prever un sistema seguro, que permita que información critica, como el número de la tarjeta de crédito o los datos personales de los clientes, viaje encriptada por Internet, de manera que nadie pueda leerla.
Es también el momento para ir concretando qué tipo de servicios ofreceremos en el web, teniendo muy en cuenta a quién va dirigido y qué es lo que nuestros actuales o futuros clientes pueden esperar de nosotros. Hay que idear estrategias para conseguir que los internautas nos visiten una y otra vez. Para ello, la actualización de los contenidos y ofrecer de forma gratuita información de calidad se ha revelado como una buena solución.
La tecnología a utilizar es otro de los elementos claves para el éxito del proyecto. Ya que estaremos marcados por unos limites presupuestarios, conviene analizar con detalle distintas opciones.
2.6. Seleccionar al personal que se ocupará del web
Es cierto que muchos procesos en Internet pueden realizarse de forma automática gracias a la tecnología. Pero también es cierto que detrás de esas máquinas y de los contenidos tiene que haber personas. Formar un buen equipo de gente, que entiendan cómo funciona Internet, es un elemento clave para el éxito de cualquier iniciativa minimamente ambiciosa.
En el caso de que optemos por encargar todo el trabajo fuera, conviene hacerlo con alguna empresa que entienda perfectamente nuestros objetivos y destine el personal suficiente a nuestro proyecto.
2.7. Buen diseño y buenos contenidos
Un buen diseño es una pieza clave para el éxito de un web. Buen diseño significa facilidad de navegación, buena organización de los contenidos, claridad en los mensajes. Un buen diseño es el que permite que alguien pase más de quince segundos en nuestra, web la primera vez que la visita. Un diseño bien aplicado debe permitir que, de un simple vistazo, el internauta entienda de qué va nuestro web, qué puede encontrar en él.
Pero el diseño no lo es todo. Si los contenidos que ofrecemos no son útiles, si no dan a internauta algo que no pueda encontrar en otros sitios, si no prestamos algún tipo de servicio a nuestros visitantes, el web no tendrá ninguna posibilidad de éxito.
2.8. Probar, probar y probar
Una vez tengamos en nuestras manos la páginas diseñadas, con sus contenidos reales, es el momento de probarlas. Hay que comprobar que funcionan bien con los principiantes navegadores y hay que dejar que naveguen por el web tanto personas expertas Internet como novatos.
Observaremos sus movimientos y escucharemos atentamente sus comentarios. No hay que olvidar que, una vez que el web esté abierto a todo el mundo, para muchos usuarios esa será la primera imagen que perciban de nuestra empresa. Causar una pobre impresión suele significar perder cliente potencial.
2.9. Lanzar el web
Es el momento del marketing y la publicidad. Hay que dar a conocer por todos los medios posibles la aparición de nuestro web. día a día nacen centenares de sedes, por lo que la competencia para lograr un poco de notoriedad es muy fuerte. Dado que tenemos muy claro cuál es nuestro público objetivo, hay que centrar los esfuerzos en llegar a él.
Por más que planteamos la realización de una campaña de publicidad, tanto on line como fuera Internet, si disponemos de presupuesto, como una campaña de comunicación. Al mismo tiempo, conviene incluir nuestra nuestro web en el máximo número de buscadores posible.
2.10. Evaluar
Una vez el web está en marcha, empieza el trabajo de verdad. Tenemos que analizar tráfico que recibimos, viendo qué secciones de nuestra página son las más visitada deberemos atender con diligencia cualquier comentario de los usuarios; hay que estar; dispuesto a aprender y rectificar rápidamente. Por supuesto, y en función del tipo de web que tengamos, habrá que mantenerlo lo más vivo posible, renovando contenidos, mejorando el diseño cuando sea necesario e ir incorporando aquellos servicios que consideremos necesarios.
Fuente: Entel Internet